Seguramente ya sabías que, pese a su prohibición o regulación muy estricta en la mayoría de los países, los componentes de la planta de cannabis tienen cientos de usos documentados en el ámbito de la salud y la ciencia.
A pesar de su utilización recreativa, cada día se descubren nuevas propiedades del cannabis para combatir causas, síntomas y dolencias de cientos de enfermedades, incluso en pacientes crónicos y terminales. Como consecuencia, se espera que el mercado tenga una tasa de crecimiento anual de aproximadamente 20% entre 2021 y 2026.
¿Qué es el cannabis?
El cannabis es una planta cuyo nombre científico es Cannabis sativa, utilizada ampliamente de forma recreativa y medicinal en muchas partes del mundo. A pesar de que su estatus legal varía de país en país debido a su carácter psicoactivo, en cada vez más lugares del mundo se está permitiendo su uso medicinal.
A pesar de que el cannabis contiene entre 80 y 100 cannabinoides, el cannabidiol (CBD) y tetrahidrocannabinol (THC) no solo son los más abundantes, sino que también los más populares dentro de la medicina y la ciencia por sus propiedades.
Diferencia entre THC y CBD
A pesar de que ambos tienen la misma fórmula química y trabajan con receptores que liberan neurotransmisores en tu cerebro, el orden de los átomos es completamente diferente, provocando que ambos tengan distintas propiedades.
Una de las diferencias más relevantes es que, mientras que el THC produce los efectos psicoactivos asociados con la marihuana, el CBD no los produce. Es por esto que, quienes consumen THC, pueden experimentar algunos efectos secundarios como: mayor tiempo de respuesta, problemas de memoria y coordinación, ritmo cardíaco acelerado, entre otros.
Por otro lado, también varían en su modo de consumo. El CBD está disponible principalmente en: suplementos, gomitas, aceites y gel; mientras que el THC se consume generalmente como: productos fumables, aceites, comestibles, cápsulas y tinturas madre. Ambas pueden ingerirse como infusión.
Ninguno de estos compuestos ha demostrado ser fatal o causar daños significativos, pero se cree que un consumo constante de THC en la adolescencia puede estar relacionado con efectos psiquiátricos a largo plazo.
Algunas propiedades del cannabis medicinal
En general, el cannabis tiene múltiples propiedades beneficiosas en términos médicos para tratar enfermedades, calmar dolores y síntomas. A pesar de que tanto el THC como CBD funcionan para tratar algunas de las mismas condiciones, hay personas que se inclinan por el CBD por los efectos secundarios del THC.
Ciertas enfermedades que pueden ser tratadas con cannabis y sus derivados son:
Cáncer
Algunos estudios han demostrado que fumar marihuana o vaporizar su aceite puede ayudar a tratar el dolor neuropático, junto con aliviar vómitos y náuseas en pacientes de quimioterapia.
Ansiedad
De acuerdo a investigaciones de la Universidad de Washington, tanto el CBD como THC ayudaría a combatir la ansiedad. Mientras que el THC puro reduce la ansiedad en dosis bajas y la incrementa en dosis altas, el CBD reduce la ansiedad en todas las dosis.
Fibromialgia
Algunos análisis han llegado a la conclusión de que el cannabis medicinal podría aliviar las náuseas y el dolor de las migrañas asociadas a la fibromialgia, una enfermedad crónica que causa percepción anormal del dolor.
VIH
Compuestos del cannabis se utilizan para tratar síntomas relacionados con el virus de la deficiencia humana (VIH), como problemas de apetito, pérdida de peso y neuralgia.
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Junto con lo anterior, también las propiedades del cannabis se han empleado para tratar: insomnio, esclerosis múltiple, glaucoma, síntomas del Alzheimer y demencia, entre otras.
A pesar de que muchas personas usan cannabis medicinal con resultados positivos, falta mucha investigación y estudios clínicos al respecto para profundizar en sus usos y cómo sus componentes pueden potenciar la medicina moderna.
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