Probablemente, sabes que muchos alimentos deben pasar por procesos de pasteurización o controles de esterilidad para que puedan llegar a tu mesa. Esto se debe a la presencia de agentes patógenos, los cuales pueden causar importantes enfermedades en tu organismo, entre ellos, la bacteria de la salmonella.
Qué es la salmonella
La salmonella es un género de bacterias donde la gran mayoría de ellas son patógenas, las cuales viven en el tracto intestinal de animales y personas. La infección causada por esta bacteria se llama salmonelosis, sin embargo, en el caso específico de la bacteria Salmonella Typhi, provoca una enfermedad llamada fiebre tifoidea.
Generalmente, se transmite por contacto directo o contaminación cruzada al consumir alimentos o aguas donde haya presencia de heces de animales infectados con la bacteria. Algunas de las fuentes más comunes de salmonella son:
- Carne mal cocida o cruda, entre ellas: pollo, pavo, carne de res, cerdo y pato. Generalmente, la bacteria se introduce a la carne durante la matanza de estos animales.
- Huevos crudos. La cáscara del huevo no tiene mayor protección ante esta bacteria, la cual se transmite al huevo incluso antes de que se forme completamente.
- Leche no pasteurizada u otros productos lácteos.
- Frutas y vegetales. En su mayoría, se transmite mediante la utilización de aguas contaminadas para lavarlas.
Cabe destacar que hay muchos alimentos que tienen presencia de salmonella, sin embargo, esta bacteria muere al ser sometida a altas temperaturas. Por otro lado, también se transmite la salmonella debido a una higiene de manos deficiente y mediante el contacto con mascotas, como perros, gatos, aves y reptiles.
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Síntomas y consecuencias de la salmonella
Como ya mencionamos, la bacteria de la salmonella puede causar salmonelosis y fiebre tifoidea, sin embargo, hay diferencias entre los síntomas que presenta cada una y, además, su nivel de gravedad es sustancialmente diferente.
Salmonelosis
Como ya fue mencionado, la salmonelosis es una infección bacteriana, la cual tiene un periodo de incubación de entre 8 y 48 horas. Los síntomas principales de esta enfermedad son los siguientes:
- Vómitos
- Calambres abdominales
- Náuseas
- Diarrea
- Escalofríos
- Fiebre
- Dolor de cabeza
Usualmente, sus síntomas duran entre dos y ocho días, sin embargo, pueden pasar varios meses antes de que el tracto digestivo vuelva a la normalidad después de la infección.
A pesar de que las complicaciones en el caso de la salmonella son menos frecuentes, en caso de no existir tratamiento oportuno, se puede sufrir perforaciones intestinales y enterorragias.
Fiebre tifoidea
En el caso de la fiebre tifoidea, los síntomas se suelen presentar gradualmente entre una y tres semanas después de la exposición a la bacteria. Los síntomas más comunes son:
- Fiebre que puede llegar hasta los 40º
- Fatiga
- Debilidad y dolor muscular
- Dolor de cabeza
- Tos
- Diarrea o estreñimiento
- Erupciones cutáneas
- Delirios y alucinaciones
- Letargo
Por lo general, se espera que, con un tratamiento adecuado, las personas enfermas de fiebre tifoidea se recuperen en un periodo entre dos y cuatro semanas.
Sin embargo, en caso de no existir un tratamiento oportuno para combatir la enfermedad, se pueden presentar complicaciones como caer en estado de coma, hemorragia o perforación intestinal, peritonitis o insuficiencia renal; poniendo en grave peligro la vida de la persona infectada.
A pesar de que con el paso de las décadas, enfermedades como la fiebre tifoidea han ido bajando su tasa de incidencia a nivel mundial, aún existe un número importante de casos al año. Por ejemplo, de acuerdo al Informe Epidemiológico Anual 2014-2018, aún existían una gran cantidad de casos a pesar de su reducción significativa.
Datos recopilados del Informe Epidemiológico Anual 2014-2018 realizado por el Ministerio de Salud de Chile.
Precauciones para evitar la bacteria salmonella
A pesar de que la salmonella es muy común, las medidas preventivas contra esta bacteria son muy simples y al alcance de toda persona. Entre ellas podemos encontrar:
- Lavado de manos después de ir al baño o cambiar pañales.
- Lavarse las manos después de tocar animales o estar en contacto con sus heces.
- Lavar manos, tablas y utensilios que hayan sido utilizados para manipular carne cruda.
- Separar carnes de otras comidas y productos.
- Evita los alimentos no pasteurizados.
- No comas huevos crudos o mal cocidos.
- Cocina por completo las carnes.
Si se toman en cuenta estas precauciones, la probabilidad de que tú o alguna de las personas que te rodean se vean infectadas por esta bacteria, se reducen en gran medida.
Por otro lado, cabe destacar que hay mayor presencia de salmonella en zonas del Sudeste Asiático, India, África y Sudamérica; por lo que mantener las precauciones al visitar estas zonas es crucial para evitar la bacteria.
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