¿Por qué realizar análisis de cromatografía de suelos?

junio 8, 2022by Hidrolab

Analizar la calidad de los suelos resulta vital para garantizar cultivos saludables, esto dado que los procesos que ocurren en el terreno afectan directamente el crecimiento de las plantas. En este artículo te hablaremos sobre una técnica para analizar la calidad de las superficies: la cromatografía de suelos. ¿En qué consiste y por qué es tan importante? Sigue leyendo para saber más. 

 

Cromatografía: definición 

 

La cromatografía es una técnica de separación física; mediante ella, los componentes de una mezcla se separan en dos fases: una fase estacionaria y una móvil. En la primera, sus elementos se encuentran en reposo, mientras que en la móvil, como advierte su nombre, se mueven. 

 

Dicho de otro modo, la técnica permite la separación de los componentes de una muestra, para su posterior análisis. En términos generales, lo que ocurre es que se mueve la mezcla sobre un soporte, esto permite que las sustancias se ubiquen en distintos lugares. 

 

Con el desarrollo de la tecnología, las técnicas cromatográficas se han diversificado, mejorando así su capacidad para analizar mezclas de distinta naturaleza. En este artículo en particular, nos referiremos al análisis de cromatografía de suelos.

 

¿Qué es la cromatografía de suelos? 

 

La cromatografía aplicada al estudio de los suelos es una técnica empleada por el médico bacteriólogo alemán: E. Pfeiffer. Mediante este método se puede realizar un análisis cualitativo de suelos, compostas y biofertilizantes; permitiendo observar,  a través de una imagen (“cromos” significa imagen y “grafía” escritura), la relación entre los microorganismos, la materia orgánica y los minerales. 

 

Para proceder a realizar el análisis, se debe contar con una muestra de suelo molido en una solución de hidróxido de sodio -NaOH-, reposadas durante un periodo de 8 horas. 

 

3 factores a tener en cuenta 

 

La cromatografía permite visualizar, mediante un soporte de papel con distintas gamas de colores, cómo ocurre la interacción entre los minerales, microorganismos y la materia orgánica; cada uno influirá de manera distinta en los suelos. 

 

  • Minerales: Si el suelo carece de minerales, las plantas no tendrán el alimento suficiente para su desarrollo fisiológico, lo que podría provocar que esta se enferme o, en el peor de los casos, muera. 
  • Microorganismos: Por otra parte, si nuestro suelo presenta una baja de microorganismos, se quedará sin agentes descomponedores para transformar la materia orgánica en humus. Este último es esencial para enriquecer las propiedades físicas del suelo, mejorando su estructura, retención de humedad, su capacidad de aireación, entre otros aportes.  También hay que tener en cuenta que un suelo con mucha materia orgánica no servirá de nada si no existen microorganismos  que la procesen.
  • Materia orgánica: La materia orgánica es vital para el suelo, ya que permite almacenar nutrientes, ayuda a prevenir la erosión, entre otros. Un suelo sin materia orgánica no dispondrá de humus, ya que los microorganismos no se podrán alimentar, significando un peligro para los suelos. 

 

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Interpretación de la cromatografía de suelos 

 

El cromatograma se divide por zonas, las cuales corresponden a diferentes espacios del recorrido de los compuestos presentes en la muestra. Para estar frente a un suelo sano, las diferentes zonas deberían integrarse, por el contrario, si las zonas se encuentran aisladas unas de otras, es un indicador de suelo dañado. Las zonas se clasifican de la siguiente manera: 

 

Zona Central 

 

Recibe este nombre por estar en el centro del cromatograma; también es conocida como zona de oxigenación del suelo o bien, zona de la estructura del suelo. La zona central muestra los microorganismos del suelo, por lo que si no hay oxígeno en el suelo, no hay agentes microbiológicos.  

 

Esta zona puede aparecer o no, si hay una ausencia de ella en la muestra, significa que hubo un maltrato de suelo por mecanización, venenos o la exposición directa a los rayos del sol. Por otra parte, si tiene tonos negros, ceniza o grises también puede revelar malos síntomas. 

 

Por otra parte, si la zona central es de color blanco, puede indicar, por ejemplo, que hay un dosis excesiva de abonos nitrogenados, abonos químicos u orgánicos procesados con estiércol ricos en nitrógeno, mal procesados, entre otros. 

 

Zona interna o mineral 

 

En esta zona se concentra la mayoría de las reacciones con minerales, aquí quedan expuestas las sustancias más pesadas que han reaccionado al nitrato de plata. 

 

Si se observa un color negruzco, puede reflejar un suelo destruido, erosionado, sin presencia de actividad biológica, muy mineralizado y con ausencia de materia orgánica. 

 

Zona intermedia

 

Esta zona también suele ser llamada zona proteica o de la materia orgánica; en ella se visualiza la ausencia o presencia de esta última. Hay que tener en cuenta que si hay materia orgánica presente, esto no quiere decir que esté integrada en el suelo ni precisamente activa en él. 

 

En el caso de tener colores muy oscuros, es probable que no haya integración entre la materia orgánica y la zona mineral; o que la materia orgánica esté bloqueada por falta de microorganismos, o bien, momificada, por la mecanización y la excesiva aplicación de pesticidas, por ejemplo.  

 

En el caso contrario de encontrar una armonía entre las diferentes zonas – entre la zona mineral y la zona enzimática – es un indicador de una alta actividad biológica, donde la materia orgánica se transforma correctamente en humus estable. 

 

Zona externa

 

Por último está la zona externa, que también recibe el nombre de zona enzimática o nutricional; esta se relaciona con la formación de vitaminas, hormonas y otros compuestos orgánicos.

 

Si en esta zona se forman “nubecillas”, quiere decir que estamos frente a un suelo sano, de gran variedad nutricional.

 

En términos generales, para todas las zonas mencionadas, los colores que reflejan un buen estado del suelo son el amarillo, el naranja, rojizo, marrón claro, amarillo y tonos verdosos. Mientras que las coloraciones en tonos ceniza, pardo, oscuros, violetas, grises, negros y tonalidades azuladas, reflejan suelos poco saludables, destruidos o contaminados. 

 

Importancia de la cromatografía de suelos  

 

Mediante el análisis de cromatografía de suelos se puede obtener toda la información vital del suelo, conociendo la interacción de los factores biológicos, químicos y físicos entre sí mismos y con el medio. 

 

Por lo demás, esa interacción demostrará el grado de calidad del suelo, donde, si todo está en armonía, será un índice de que el suelo estudiado está bajo las correctas condiciones, en términos de biofertilizantes, compost, pesticidas, etc. 

 

Para los productores agrícolas, por ejemplo, este estudio puede servir para saber cuáles son las condiciones del suelo y la afectación de los insumos o técnicas que está utilizando para obtener mejores resultados en sus cultivos. 

 

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